Casi todos conocen a alguien que tiene cáncer. Esta enfermedad, incluso parece ser hereditaria en algunas familias. Sin embargo, la mayoría de los cánceres no son hereditarios. Verifique su conocimiento acerca de algunos de estos mitos comunes sobre el cáncer y los antecedentes familiares:
3 mitos
Mito: Si nadie en mi familia tiene cáncer, yo tampoco lo tendré.
Realidad: La mayoría de las personas diagnosticadas con cáncer no tienen antecedentes familiares de dicha enfermedad. Solo aproximadamente 5% a 10% de todos los casos de cáncer son hereditarios.
Mito: Si el cáncer es hereditario en mi familia, yo también tendré cáncer.
Realidad: A veces, las personas en la misma familia llegan a tener cáncer por compartir conductas que aumentan el riesgo de esta enfermedad, y no porque compartan genes. Las conductas que aumentan el riesgo de cáncer pueden incluir, fumar, hábitos alimentarios poco saludables y falta de ejercicio. Todas estas conductas se pueden cambiar para ayudar a reducir el riesgo de cáncer.
En otros casos, el cáncer puede ser causado por un gen anormal que se transmite de una generación a otra. En dichos casos, lo que se hereda no es el cáncer mismo, sino el gen anormal que puede o no resultar en cáncer.
Mito: Si tengo antecedentes familiares muy marcados, no hay nada que pueda hacer para protegerme.
Realidad: Los exámenes de detección pueden evitar que alguna vez ocurran algunos tipos de cáncer, o detectarlos temprano cuando es más fácil tratarlos. Hable con su médico sobre qué pruebas necesita y cuándo debe comenzar a someterse a dichas pruebas. Todas las personas, independientemente de sus antecedentes familiares, pueden ayudar a reducir su riesgo evitando el tabaco, manteniendo un peso saludable, comiendo una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales, y haciendo suficiente ejercicio.
3 consejos prácticos
- Primer consejo. Converse sobre información médica con la familia. Hablen sobre los antecedentes de salud de los familiares, incluyendo cualquier cambio. Si un problema de salud es hereditario en su familia, quizás pueda tomar medidas para reducir su riesgo. No puede cambiar sus genes, pero puede cambiar las conductas que afectan su salud.
- Segundo consejo. Informe a su especialista médico cuando alguien en su familia ha sido diagnosticado con cáncer, incluso si éste no pregunta. Los médicos a menudo preguntan los antecedentes familiares de cáncer en su primera consulta, pero no siempre continúan preguntando si algo ha cambiado.
- Tercer consejo. Si usted tiene un sólido historial familiar de cáncer y quiere aprender sobre su composición genética, pida a su médico que lo refiera primero a un profesional especializado en genética para saber si una prueba genética podría ser adecuada para usted.