Conocer las posibles señales que nos alerten de la presencia de un cáncer de mama y tomando las medidas necesarias podemos conseguir un diagnóstico precoz, algo fundamental para su tratamiento, ya que detectándolo en una fase inicial podemos decir que el cáncer de mama es una enfermedad curable.
Síntomas del cáncer de mama
El cáncer de mama no suele presentar ningún síntoma en las fases precoces de la enfermedad. Por ello es recomendable realizarse todos los meses una autoexploración mamaria con el fin de detectar cualquier alteración que nos haga acudir inmediatamente a un especialista.
No todos los bultos que aparecen en las mamas son signos de cáncer de mama, de hecho, la mayoría van ligados a patologías benignas como fibrosis, quistes o bolsas llenas de líquido, o fibroadenomas (tumores benignos que no constituyen ningún peligro y tienen fácil tratamiento).
Para dar la máxima curación a un cáncer de mama se debe hacer un diagnóstico precoz
A continuación enumeramos síntomas de suficiente importancia que nos deben de hacer visitar a un especialista de la mama con el fin de que nos evalúe y decida si es conveniente realizar alguna prueba complementaria para descartar el inicio de un cáncer de mama:
- Cualquier tipo de bulto de nueva aparición.
- Alteraciones en la piel del complejo areola-pezón. Algo tan simple como una descamación en la zona del pezón nos puede estar hablando de la enfermedad de Paget, que es un tipo especial de cáncer.
- Retracción del pezón o hundimiento de alguna parte de la piel.
- Aparición de algún bulto en la axila.
- Asimetrías respecto a la otra mama.
- Secreción por el pezón, sobre todo cuando es de color sanguinolenta y a través de un solo poro.
- Aparición de celulitis subcutánea que da la sensación de piel de naranja en la mama.
Para dar la máxima curación a un cáncer de mama se debe hacer un diagnóstico precoz, y a día de hoy la única prueba fiable que contamos para ello es la mamografía. Se recomienda hacer una anual a partir de los 40 años.