
Como oncóloga, esta es una de las preguntas más frecuentes que recibo en consulta. Y es muy importante entenderlo, porque hoy tenemos más herramientas que nunca para tratar el cáncer.
La quimioterapia ataca directamente a las células que se dividen rápidamente, como las células cancerosas… pero también puede afectar a células sanas, como las del cabello o el sistema digestivo. Por eso, a veces, tiene efectos secundarios intensos.
La inmunoterapia, en cambio, no ataca directamente al cáncer. Lo que hace es algo muy poderoso: activa tu propio sistema inmune para que reconozca y destruya las células cancerosas. Como si le enseñara a tus defensas a luchar mejor.
No todos los cánceres se pueden tratar con inmunoterapia, pero en muchos casos ha cambiado vidas. Especialmente en cáncer de pulmón, melanoma, riñón, vejiga y algunos cánceres de mama, entre otros.
Lo más emocionante es que la inmunoterapia abre una nueva esperanza: tratamientos más personalizados, con menos toxicidad, y en muchos casos, más duraderos.
Consulta con un especialista cuál es el mejor tratamiento para ti. La medicina avanza, y cada paciente merece un plan único, con ciencia, corazón y esperanza.