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El diagnóstico del cáncer en sus primeras etapas a menudo permite la mejor oportunidad de cura. Con esto en mente, es conveniente hablar con la especialista acerca de qué tipos de exámenes para la detección de cáncer son los más adecuados para ti.
Para algunos tipos de cáncer, los estudios muestran que los exámenes para la detección pueden salvar vidas mediante el diagnóstico precoz del cáncer. Para otros tipos de cáncer, se recomiendan exámenes para la detección solo para personas con mayor riesgo.
Para el diagnóstico acertado del cáncer se pueden realizar:
Este tipo de terapia libera un “freno” en el sistema inmunitario que impide normalmente las respuestas inmunitarias demasiado fuertes que podrían dañar las células normales así como las células anormales. Con respuestas extraordinarias, han cambiado el paradigma de muchas enfermedades como Cáncer de Pulmón, Melanoma, mama, vejiga, entre otras.
Su objetivo es destruir las células que componen el tumor, con el fin de lograr la reducción de la enfermedad.
Estos fármacos llegan prácticamente a todos los tejidos del organismo, y ahí es dónde ejercen su acción, tanto sobre las células malignas como sobre las sanas. Debido a la acción de los medicamentos sobre estas últimas, pueden aparecer una serie de síntomas, más o menos intensos y generalmente transitorios, denominados efectos secundarios.
Los tumores malignos se caracterizan por estar formados por células alteradas, con mecanismos de regulación alterados, por lo que son capaces de multiplicarse descontroladamente, invadir y afectar a órganos vecinos o a distancia, lo que se denomina metástasis.
En general, la quimioterapia actúa en la fase de división de la célula tumoral impidiendo su multiplicación, y destruyéndolas. Con el tiempo, esto se traduce en una disminución o desaparición del tumor maligno.
La terapia biológica implica el uso de organismos vivos, sustancias procedentes de organismos vivos o versiones producidas en el laboratorio de tales sustancias para tratar enfermedades. Algunas terapias biológicas para el cáncer estimulan el sistema inmunitario del cuerpo para que actúe contra las células cancerosas.
La terapia biológica para el cáncer se utiliza en el tratamiento de muchos tipos de cáncer, para prevenir y disminuir la velocidad de crecimiento del tumor y prevenir la diseminación del cáncer y suele causar menos efectos secundarios tóxicos que otros tratamientos oncológicos.
El objetivo de la terapia biológica para el cáncer es inducir al sistema inmunitario para reconocer y destruir las células cancerosas.
El sistema inmunitario combate los invasores, por ejemplo gérmenes, en todo el cuerpo. El sistema inmunitario también debería reconocer las células cancerosas como anormales, pero no siempre sucede esto. Las células cancerosas pueden desarrollar la capacidad de esconderse de las células del sistema inmunitario. O bien las células cancerosas pueden desactivar o inhibir las células del sistema inmunitario para que no actúen.
La hormonoterapia, también llamada tratamiento hormonal, es una forma de tratamiento médico de cáncer que utiliza fármacos que actúan modificando las hormonas (evitando su síntesis o alterando sus efectos sobre determinadas células) para frenar el crecimiento de ciertos tumores.
Para que la hormonoterapia sea útil los tumores han de presentar en la superficie de sus células receptores para hormonas. En las células tumorales portadoras de dichos receptores las hormonas normales funcionan como estimulantes del crecimiento por ello es razonable intentar bloquearlas para detener el avance del cáncer.
Las hormonas son sustancias químicas (en general, proteínas) que actúan como mensajeros intercelulares modificando el comportamiento, el metabolismo y el crecimiento de muchas células normales.
Es la utilización de sustancias químicas para prevenir el desarrollo del cáncer.
Se considera que es la prevención primaria cuando el blanco es la población general o una parte de esta considerada en el alto riesgo de desarrollar el cáncer en cuestión. La prevención secundaria tiene como finalidad una población con lesiones precancerosas o cuyos miembros han tenido el cáncer en cuestión y están en gran peligro de que esté recurra o de que se desarrolle una segunda lesión primaria del cáncer que se trata.
Muchas personas con cáncer experimentan dolor durante o después del tratamiento. Sin embargo, es posible ayudarlo a manejar prácticamente cualquier dolor relacionado con el cáncer.
El alivio de los efectos secundarios es un aspecto importante de la atención y el tratamiento para el cáncer. Es importante que hables sobre cualquier síntoma de dolor que experimentes. Esta comunicación debe incluir todo nuevo síntoma o cambio de síntomas. Se elaborará un plan para aliviar el dolor y otros efectos secundarios. Este enfoque se denomina manejo de los síntomas, atención de apoyo o cuidados paliativos.
Existen diferentes tipos de dolores por el cáncer. El dolor puede durar tan solo un breve período y ser desencadenado por un procedimiento o un tratamiento, o bien una posición o un movimiento. Es posible que el dolor solo se produzca de manera periódica. O bien, el dolor puede ser duradero y constante. El dolor también puede aumentar repentinamente incluso si está siendo tratado. Esto recibe el nombre de dolor irruptivo. Habitualmente, el dolor irruptivo se produce entre dosis programadas del medicamento para el dolor.